Este viaje tuvo la culpa de todo (o "aquí fué donde empezó todo"). Esto desencadenó que ya al año siguiente fuésemos a una Indonesia aún inóspita que, más si cabe, nos enredó en convertirnos más en viajeros que en turistas.
Era la primera vez que hacíamos algo parecido. Irnos dos semanas a un país de Sudamérica, por nuestra cuenta, y alquilar un coche para recorrer Costa Rica de costa a costa, desde Tortuguero, Cauhita, Puerto Viejo y Gandoca Manzanillo, pasando por Turrialba y su volcán, el Volcán Arenal y hasta el parque nacional de Manuel Antonio y Jacó. Parando en mil sitios, con unas carreteras que, entonces, estaban incluso peor que 2006, cuando estuvimos después.
Por algo volvimos luego 11 años más tarde, después de haber conocido otros lugares emocionantes y remotos. Costa Rica es todo lo que uno ha podido escuchar: naturaleza salvaje, lugareños ("ticos") cultos, amables y tranquilos, territorio aún muy virgen y mucha seguridad.
Pena que, entonces, las cámaras de fotos eran muy básicas y los carretes tan escasos. Qué tiempos...
Como dicen allí, Pura Vida!!
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