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martes, 1 de septiembre de 1992

MOROCCO 1992 september


Aprovechando que estuve casi un año viviendo en Sevilla, nos cogimos el Ford Fiesta y nos recorrimos gran parte de Andalucía, cruzando el Estrecho para pasar 1 semana en Marruecos, de la que entonces poca gente aún me había hablado.

Lo cierto es que me gustó por la novedad, pero visto ahora con la perspectiva del tiempo, es quizás para mí un destino más secundario y menos interesante que otros. De largo.

Los casi 650 km que hicimos desde Ceuta a Marraketch incluyeron una noche en Tanger, otra en Casablanca y 4 en Marraketch y la última en Ceuta.

Desde Marraketch bajamos aún más al sur a una excursión por los Atlas y ver una pista de sky (increíble, eh?).

Es imposible, o muy difícil, visitar Marrakech sin un guía. Hasta que no lo coges, porque se ofrecen cada dos pasos y se hace todo un poco pesado.

Algo hay en Marruecos que no me convenció.


La mayoría de los marroquíes son bereberes, árabes, o una mezcla de ambos. Debido a la mezcla entre las dos comunidades, están perdiendo sus elementos distintivos, especialmente en las ciudades. Los bereberes han vivido tradicionalmente en las montañas y el desierto de Marruecos, y hablan 3 dialectos. 

La excursión que hicimos al Atlas, nos permitió estar en un poblado bereber y, con franqueza, como no hablaban ni español, ni francés ni inglés, aquí fue cuando pensé que "quizás nos hemos un poco lejos, igual pensamos en ir subiendo". Algo de agobio. Era 1.992...

Marruecos es un país musulmán y el Islam es la religión del estado, según su Constitución. El islam además de ser una religión también es cultura y un código de vida.  Por otra parte, el rey de Marruecos, que reclama descender del profeta Mahoma, tiene el título honorífico de Amir al-Muminin, comandante de los fieles, y por lo tanto responsable de asegurar el respeto por el Islam en el reino. 

La forma de gobierno musulmán es una monarquía con la única disposición constitucional que no puede ser revisado. 

Me pareció que la influencia de Europa, en radio y TV, en el norte de Marruecos hace que la sociedad sea una especie bomba de relojería, creo sinceramente que justamente esa mezcla entre cultura africana en el Magreb y europea la hace poco atractiva, porque muestra lo peor de cada. Ojito con los escotes y con las minifaldas. Ves mucha gente ociosa que están en las cafeterías como las viejillas en el "petril" del pueblo: no se pierden una. Y muchos viendo la televisión española (de entonces), eso era un cockel-molotov. La mujer, como siempre, un cero a la izquierda.

Tanger está en un emplazamiento único: una bulliciosa ciudad dispuesta como un anfiteatro sobre el Estrecho de Gibraltar, a solo 14,5 km. de Algeciras. A pesar de que dicen que esta ciudad blanca ha sabido enamorar y encantar a genios y artistas....y que evoca románticos recuerdos, en fin, yo creo que no es ni mucho menos lo más interesante del pais. En los cafés, la gente tomaban su té con tranquilidad ejerciendo de voyeaurs callejeros mientras en la TV echaban las mamachicho de Jesús Gil en Tele5. El "destape" les parecía muy heavy.

Casablanca es la ciudad más grande de Marruecos con una población de casi 4 millones y también cuenta con el puerto artificial más grande del mundo, aunque no tiene servicio de ferry de ningún tipo. Es también la más liberal y progresista de las ciudades de Marruecos. Ves a los hombres vacilando con mujeres por la calle, más si van "ligeritas" de ropa, un horror.

Las marcas de diseño son la norma en los barrios adinerados de la ciudad y gran parte de la juventud marroquí habla exclusivamente en francés. nada que ver con el resto de lo que vimos. De todas las ciudades del mundo, Hollywood la eligió inmortalizarla como el "clásico" enclave de sabor exótico y colonial: los que esperen encontrar algún vestigio de la película y el café de Rick, quedarán decepcionados. Solo está el Hotel Casablanca, con algo de merchandising y un "rincón" tuneado. No se rodaron en Casablanca ni siquiera los exteriores.

Marrakech está catalogada como uno de los centros culturales más importantes de todo Marruecos, y es tambien capital turística y el primero de los destinos de los viajes a Marruecos, es una ciudad muy viva y famosa entre otras muchas cosas por sus mercados y festivales. En su trepidante núcleo urbano se encuentra la famosa plaza Djemaa el Fna, un inmenso espacio abierto situado en el interior del barrio antiguo de la ciudad, que acoge a malabaristas, narradores de cuentos, encantadores de serpientes, magos, acróbatas y toda una gama de lunáticos inofensivos. Sus zocos (mercados) son una verdadera pasada. Lo cierto es que es MUY turístico, y hay gente de todo el mundo.

A  75 km de Marrakech, aproximadamente 1,30h. en coche, se halla la estación de esquí de Oukaïmeden. El centro invernal  más alto de África, de 2600 m a 3258 m,. Logicamente no habia nieve pero estaba todo como abandonado y muy obsoleto. Jaja, he leído que en Oukaïmeden se han superado todas las alarmas y que los viejos remontes algunos días festivos están al límite de su capacidad: "no hay control, las colas son inexistentes  y algunas personas se tiran literalmente sobre el pequeño telesilla de dos plazas e incluso llegan a subir tres personas  a la silla. 
Lamentable y peligroso espectáculo para una estación donde los pocos remontes existentes coexisten con el "transporte de burros para esquiadores". Una mala imagen exterior para el turismo marroquí.

También hicimos una excursión de Marrakech al Valle de Ourika, con una vista preciosa de las cimas y valles del Gran Atlas. Toda la zona está salpicada de profundos valles escondidos, ancestrales pueblos y caudalosos ríos de montaña, donde veíamos a la gente local en su vida cotidiana, pero - a diferencia de otros pueblos- con mucho más respeto y distancia. Bromas las justas. Nos enseñaron (foto) una casa que decían que era de Mick Jagger y que solía ir por allí...

Ceuta, la verdad es que no tiene mucho para ver y hacer.

Fue un viaje interesante, pero ciertamente no es demasiado aconsejable salvo para quienes sientan una especial conexión con el mundo árabe del Magreb. Nada que ver con el África Negra.

Posiblemente al final mucho más seguro de lo que puede parecer a primera vista, pero conviene estar ojo avizor para evitar problemas (en Marrakech, por la calle, un tipo -de aspecto nada inofensivo- me dijo "si tú no quieres guía, tú ir al hospital"). Pues eso...






















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